¡Hola amigos lectores! El retomar nuevamente el contacto durante el fin de semana que pasó, un contacto con el Brasil olvidado, por el Salvador en la mente, que aún no se concreta, me hizo repensar una vez más en lo descuidado que tengo este espacio. Y es que lamentablemente, algunas circunstancias en los actuales momentos, a veces me impiden ser tan consecuente como antes en este lugar. Aún así, aquí estoy retomando...
A veces es difícil no ser repetitivo, estar actualizado, pero al final, es por no ser una copia más de tantos espacios que se mantienen pero que no generan "la chispa" que a veces el lector busca, no sé si lo he logrado con este blog, dedicado a la artista que más admiro, ...la mente mantiene ideas, pero el tiempo no es tan favorable en ocasiones.
Conversando con varias personas durante este fin de semana, grandes amigos... insistieron en no dejar este espacio, que si bien no refleja más que mi admiración y respeto por Daniela Mercury, también destaca el vinculo que pocos de este lado, de "melómanos" por la musica bahiana mantienen un pequeño hilo conductor a través de este blog.
¿Por dónde retomar? Bien, ahí estuvo lo más difícil... Daniela, viene reiventando cada vez más su carrera, innovando en su arte para muchos odiada, para otros amada, y que mejor que enfocarlo en ese aspecto. No soy un experto en estos temas, pero sin ánimos de ofender, acción que nunca ha querido generar este blog, siempre se cuida más allá de los pensamientos o realidades, el que decir.
Bahía, tierra musical por excelencia de Brasil, reúne a las más talentosas artistas femeninas de la escena carnavalesca, y nunca he negado mi admiración por mujeres tan exitosas como: Ivete Sangalo, Margareth Menézes, Claudia Leitte entre otras; y más allá de la "guerra de fans" que a veces simplemente se limitan a la internet, siempre hago este comentario: "Nosotros que estamos fuera de Brasil y vemos el privilegio que nuestros hermanos brasileños tienen al poseer tanto calidad junta, que a veces simplemente se desperdicia en una guerra de quien es mejor".
Para mi todas (Daniela, Ivete, Margareth, Claudia, etc), todas son talentosas, cada una en su espacio, en su aporte a la cultura, en la "explosión" de arte que simplemente representa la alegria del pueblo brasileño. Todo en ocasiones se limita al negocio del "marketing musical" que en muchas ocasiones termina "por conveniencia" de intereses comerciales, enfrentando inclusive hasta "virtualmente" una contra otra.
Mi recomendacion: disfrutemos de lo mejor de cada una, del ritmo, ese que te mueve el corazón, el que no sabemos a veces explicar pero que una vez que llega, no se va, y la sed de consumir a estas "mounstras" que cada día apuntan a dar lo mejor de si, y que no para.
¿Mi predilecta? No hace falta decirlo, precursora, "rainha",... no sería justo por lo tanto indicar que a partir de ahí, conocí el trabajo de Ivete Sangalo, Margareth y Claudia, a la par de Olodum, Banda Eva al comando de Saulo, Timbalada, el gran Carlinhos Brown y pare de contar tantas luminarias musicales.
Por eso, para los que nos mueve la pasión por la música bahiana, más allá de enfrentar y polemizar, más bien ¿a quién no le gustaría vivir en una ciudad como Salvador donde tienes en un solo lugar un hervidero musical?
Con todo lo anterior, fue que recordé un buen punto para escribir o actualizar este espacio a través de un artículo, que si bien ya fue publicado en varias redes sociales y sitios web que siguen el trabajo de Daniela, viene como anillo al dedo para reforzar, inclusive con más claridad, lo que seguramente no dejé claro en mis anteriores palabras.
MARIO SANTANA autor del Blog "Que tal um dedinho de prosa?" quien es profesor desde 1990, graduado en Pedagogía por la Facultad de Eduación de Bahia, y estudió Artes Escénicas en la UFBA y con postgrado en Metodología de Ensañanza Superior en la UNEB, publicó en junio de este año un artículo dedicado a Daniela Mercury y el cual traduje para ustedes. Aquí queda por sobre entendido porque "Daniela Mercury incomoda demasiado". Disfruten...
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"Daniela Mercury incomoda demasiado"
Por: Mario Santana
23 de junio de 2010
Acompaño a Daniela Mercury desde inicio de los años 90 (1991) y casi siempre leo, veo, escucho... lo que es comentado respecto a ella. Muchos comentarios positivos y otros ni tanto, que siempre me llaman la atención. ¿Por qué Daniela molesta tanto?
Tan inquietante, no sólo para los fans de otros artistas en la relación de amor-odio tan común en fans de ídolos, pero en diferentes sectores de la sociedad.
Percibo que lo incómodo ya llegó a algunas universidades. He leído textos/pruebas donde el tema es dirigido hacia Daniela y algunas veces con críticas duras. Recuerdo de una conversación sobre música con un profesor, aspirante a escritor que finalizaba su libro sobre el carnaval de Salvador, donde según él, el carnaval perderá la espontaneidad, era racista, separatista, entre otras perlas citadas por él (en algunos momentos tenía razón). En el medio coloquial (informal) descubrí que el mismo no era bahiano y nunca había ido por las calles durante los festejos de momo. Él también criticaba duramente a Daniela Mercury sin nunca haber ido a uno de sus shows o escuchado un cd entero. ¿Cómo hablar bien o no de algo que solo se conoce poco y aún por la mirada de otro?
¿Por qué Daniela incomoda a tanta gente? La más nueva que leí, a pesar de ser noticia vieja, Daniela es llamada Travesti, no una referencia a la conducta sexual y social de comportamiento, o lo que sea, pero más por discutir sobre el "mito de la democracia racial". Prefiero no comentar donde se encuentra "tal estudio". ¿Por ser blanca no puede cantar música de negro? ¿Lo que es cantado por ella es tan desagradable? Quiero entender mejor esta gente que dice que entiende.
Ahora recordé también de un programa de la TV loca que se especializó en hablar de Daniela, en sentido negativo. ¿Que estarían ganando con eso? Una vez estaba comentando un colega el hecho de que la cantante diversifica bastante sus ritmos, sin perder el hilo y la calidad de su trabajo y dijo: "esta mujer no consigue decidir que ritmo cantar". El elogio que yo estaba haciendo llegó a él como algo negativo en ella. Cuando el artista no cambia, es sin creatividad, cuando cambia, no se decide.
"¿Cuándo Daniela va a terminar de cantar músicas de candomblé? Esta fue otra frase que escuché de alguien que no entiende la valorización de lo que es nuestro, heredado o adquirido. Que bueno que ella canta para los orishás, que pena que pocos cantan para ellos.
Decir que "o canto da cidade" es suyo, aún incomoda mucho, pero si no es de ella o de ellos que cantan a Bahía ¿de quien será? ¿De los cantantes extranjeros que hacen shows en Salvador? ¿De los cantantes bahianos que niegan su origen para entender a un mercado preconceptualizado? No estoy en contra de shows de extranjeros, soy contrario a la negación de el hecho que toca más fuerte en nuestra historia y encuentra apoyo en la ascendencia.
Ser diferente por creer en un objetivo claro que no sea el meramente comercial, molesta. En esa batalla que se libra diariamente por ser lo que se garantiza a Daniela, no en los álbumes más vendidos, pero si la mayor calidad en su trabajo. Lástima que no todo el mundo se ha dado cuenta, pero alguien "allá afuera" ya se dió cuenta y la comparó con grandes nombres de la música mundial.
Otra cosa interesante y que genera la molestia de algunos, sirve de inspiración para otros. Cantantes de grandes éxitos en el país dice que "Daniela es la mayor". Cantantes no tan nuevas en sus carreras, pero consolidadas invitan a Daniela por ser referencial de profesionalismo y talento. No necesito citar nombres, pero una rápida investigación y los nombres aparecen.
¿Pero por qué Daniela molesta tanto? Será por el hecho de tener su nombre marcado en la historia del carnava de Bahía? ¿En la historia reciente de la música?
Que bueno que Daniela incomoda tanto. Que bueno que Daniela no causa indiferencia ni sentimientos momentáneos.
Creo que incluso me siento incómodo con la incomodidad de los demás. (Risas...)
Observación. Perdónenme los errores, no tuve tiempo para revisar el texto, debido a lo incómodo.
Mario Santana
Salvador, 23 de junio de 2010.