martes, 19 de agosto de 2008

Palabra de Profesional

Daniela Mercuri de Almeida nació en Salvador, en el estado de Bahía, el día 28 de julio de 1965 y desde los ocho años de edad estableció un vínculo con el arte, cuando comenzó a frecuentar las aulas de danza, administradas por Ángela Dantas ("Tía Ángela"), en la escuela Ana Nery.
Artista, ciudadana y madre de Gabriel y Giovana, Daniela tiene la inquietud con una de sus principales características, que influenció e influencia todo su trabajo, en que es notorio el elemento antropofágico.
A parte de los cuidados con su voz, supervisa arreglos, investiga timbres y valoriza el concepto de cada trabajo. El samba-reggae fue una elección y refleja la influencia que la ciudad de Salvador y su cultura ejercen en la vida de Daniela Mercury. Sin embargo, no hay límites para la artista que no se inhibe al mezclar samba-reggae con música electrónica.
Ciudadana post moderna, consciente y comprometida con su papel social, Daniela posee su propio Instituo - Instituto Cultural "Sol da Liberdade" (Sol de Libertad), es Embajadora de la UNICEF y de la Fundación Ayrton Senna, a parte de colaborar con campañas de interés público, principalmente, dirigidas para niñ@s y adolescentes.
Con doce Cds grabados y cinco DVDs, Daniela Mercury es hoy la cantante brasilera con mayor respaldo internacional, con 19 años de carrera y 13 años de tours fuera de Brasil.
Daniela no economiza en las formas de comunicarse, hace eso a través del canto, de sus discursos siempre pertinentes, de danza, de su energia inigualable que la mantiene encima de un trío eléctrico por cuatro días consecutivos, siete horas diarias e ininterrumpidas, durante el carnaval de Salvador, que entró para el Libro Guiness como la mayor fiesta de participación popular del mundo.

Brasil Profesionales - ¿Cómo usted comenzó su carrera?
Daniela Mercury - Comencé a cantar a los 15 años de edad, en bares, en la noche de Salvador. Yo me presentaba en formato voz y guitarra, y más tarde con banda. Llegaba a cantar de martes domingo. Yo también tomaba clases de danza, que siempre fue una gran pasión. Comencé a danzar a los 8 años de edad, y a los 16 ya daba clases.

BP - La danza es parte marcante de sus presentaciones y, como sabemos, usted también es bailarina profesional. ¿Cómo fue la selección entre la música y la danza?
DM - ¡La música me escogió! En cada presentación musical era invitada para hacer nuevas presentaciones. Aconteció de forma natural.

BP - En la mayoría de los profesionales, cursos y especializaciones son fundamentales para tornar al profesional mejor preparado. ¿En su caso cómo cantante, que hace para perfeccionarse profesionalmente?
DM - Como bailarina, hice todo lo que podía, desde ballet clásico a danza moderna. Hice, también, muchos cursos de danza con profesores extranjeros. Soy formada por la Royal de Londres e hice cursos de Jazz y Afro. Más mi especialización, como bailarina y cantante, aconteció en el palco, montando espectáculos y después grabando discos y probando repertórios, descubriendo lo que mas combinaba con mis voz. Siempre fui muy observadora y al cantar con (Gilberto) Gil, como backing vocal, y después en la Banda Eva, prestaba atención a todo que sucedía a mi alrededor. No era solo una cuestión de cantar bien y sin entender a fondo mi actividad. Busqué aprender mucho y hago eso hasta hoy.
En cada actividad, es importantísimo estar siempre actualizado y, en mi caso, es fundamental oir mucha música, asistir a espectáculos, viajar... El consejo que doy para quien está comenzando a es cantar y oir muchar música, muchos géneros distintos, ver los DVD's de shows, más sobre todo, cantar, cantar y cantar.
BP - ¿Cómo es su día a día como cantante?
DM - Es un día a día extremadamente atribulado y muy variado. Fui una de las primeras artistas en ser dueña de mi obra y, por siempre haber sido, a parte de artista, empresaria de mi carrera, cuido de cada detalle de mis músicas, de mis shows, de mis vestidos y hasta de mi mismo maquillage. Tuve que aprender de todo y entender cada actividad relacionada a mi trabajo. Hago más de 100 shows por añp y entre un show y otro, trabajo en la composición y producción de nuevas músicas para mis álbums, creo nuevos formatos de show, cuido el marketing - tanto de mi imagen como de mis proyectos profesionales - planeo los próximos pasos de mi carrera y de mi escritorio. Tengo un estudio en mi sello que también absorbe parte de mi tiempo. Esto sin hablar de fotos, ensayos, entrevistas, programas de TV.

BP - ¿Cuáles son los mayores desafíos que usted enfrenta en su carrera?
DM - Continuar renovándome, pereccionándome y reciclándome como artista. Otro desafío es mantenerme presente en Brasil y en el Exterior simultáneamente y, consecuentemente, administrar el tiempo como una agenda toda llena. Otro gran desafío es conseguir conciliar, con mi trabajo, un espacio y tiempo para mi vida particular. Si yo no me planifico, termino quedando sin descanso, sin tener vacaciones y quedo sobrecargada. Uno de los mayores desafíos es no dejarme vencer completamente por un trabajo que demanda mucho del cuerpo y de la cabeza.

BP - Sus shows siempre poseen una estructura muy grande, sin contar la fuerte energía que es transmitida al público. ¿Cuántos profesionales están incluídos para que todo eso se realice? ¿Y cuál es la importancia de ellos?
DM - Viajo con 25 personas aproximadamente. Este número puede ser mayor o menor dependiendo del tipo de show. Cuando es un show acústico o con una orquesta este número es menor, más cuando es un show grande, con bailarinos y con un palco mayor, son necesarias más personas. Esto, sin contar con los profesionales que trabajan en mi escritorio (más de 20), cuidando de la pre-producción de los shows, de los viajes, del área comercial. Cada profesional es fundamental, pues nada sucedería sin un buen técnico de palco, de sonido o de luz y sin una pre-producción precisa. La estructura (sin hablar obviamente de los músicos) que me acompañan por Brasil y por el mundo garantizan que todo sea hecho con calidad y, así, yo puedo concentrarme solamente en mi performance.

BP - ¿Cómo usted lidia con posibles imprevistos durante sus presentaciones en vivo?
DM - Después de haber hecho más de 2000 shows, ciertamente la improvisación es la única solución si algo sale mal cuando ya estoy en el escenario. Mi banda está conmmigo desde hace mucho tiempo, entonces conseguimos improvisar con facilidad. Si el el espectáculo es en vivo para la TV o se trata de una presentación muy importante, hago de todo para que ninguno perciba que hay algo mal, más, en algunos casos, asumo elegantemente los errores con una sonrisa.

BP - Los avances de la tecnología, principalmente de la internet, posibilitan un acceso mucho más fácil a diversas actividades culturales, y entre ellas, la música. ¿Usted cree que eso desfavorece o ayuda a su carrera en la divulgación de su trabajo?
DM - Mis fans acompañan mi carrera, mis shows, a través de mi blog y de mi site que se convirtieron en herramientas de comunicación preciosas con mi público. La internet tiene un poder viral enorme y tiende a ser un vehículo cada vez más importante para que los artistas divulgen su trabajo, interactúen con sus fans, con el público en general...
Lo que cambió radicalmente es la facilidad de grabar nuevas músicas, pues, hoy, todo es 100% digital. Esto permite que yo grabe, por ejemplo, un dúo con un cantante que está en los EE.UU., sin tener que estár allá o sin que él tenga que venir a Brasil. Todo es rápido y fácil. La era digital ofrece más posibilidades creativas para los músicos y artistas de hoy. A parte de eso, la internet es un nuevo camino de acceso a la música, haciendo que la venta de CDs no sea mas tan representativa en la carrera de un cantante o músico que, hoy, vive cada vez más, de sus shows y patrocinios y no más de los royalties. Esto hace que tengamos que reiventarnos, encontrar nuevos formatos de divulgación y nuevas fuentes de receta.
Por todo eso, sou fan de internet que me posibilita, también, investigar mucho y buscar conocimiento.

BP - ¿Cuál fue el momento más marcante de su trayectoria de suceso profesional?
DM - No puede ser otro. El show del MASP en 1992, en el que yo esperaba cantar para pocas personas que pasaban por la Avenida Paulista, en aquella hora. El show tuvo que ser interrumpido para no perjudicar las obras de arte y la estructura del MASP. La Paulista paró. Eran más 20 mil personas... Hasta hoy, no se como tantas personas fueron a verme sabiendo que el show no había sido fuertemente divulgado.
Fue el show que llamó la atención de la prensa y me dio el chance de darme a conocer en todo el país. Otro momento maravilloso fue cantar con Paul McCartney, en Oslo (Noruega), en el Premio Nóbel y la presentación en el Cirque Du Soleil, transmitido para más de 600 millones de personas en el mundo y con un público de casi 300 mil personas en el calle.

Fuente: Traducido de brasilprofissoes.com.br

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