Los acordes dibujados por un extraordinario guitarrista, la simpatía natural del bahiano, su voz aterciopelada y un poco de agua de coco fueron suficientes para que Gal Costa sedujera de nuevo a Caracas con un recital en el que, al igual que el año pasado, recorrió parte de su más reconocido repertorio.
Tras la presentación de Las chicas de la Voca, trío conformado por Hana Kobayashi, María Alejandra Rodríguez y Malena Serrano, la cantante brasileña comenzó su concierto a las 8:45 pm con Eu vim da Bahía, rindiendo un pequeño tributo a su ciudad natal.
Un suspiro tras esta interpretación hizo que se manifestara su cansancio tras haber llegado al país en la madrugada y haber dormido poco, condiciones que no impidieron que su talento conquistara al público.
Las miradas, sonrisas y aciertos que intercambiaba a cada momento con Luiz Meira, guitarrista que la acompaña en todas sus presentaciones, pusieron en evidencia una complicidad musical que parecía llenar todo el espacio de la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. Ambos hicieron que la calidez del bossa nova y el fuego de la samba se sintieran con igual intensidad en el escenario.
La cantante, quien frecuentemente invita a cantar al público junto a ella, insistió varias veces en que le acompañaran a interpretar temas como Meu bem, meu mal y Vatapá, que la audiencia intentó seguir con timidez.
Antes de remojar su garganta con agua de coco, ritual que repitió varias veces, Gal Costa interpretó uno de sus temás más emblemáticos: Chega de saudade, que arrancó una vez más los aplausos. Una bella versión de Desafinado y los sonidos guturales que la cantante emitía para imitar el birimbao, continuaron el repertorio.
Sabado em Copacabana, As time goes by y Aquarela do Brasil hicieron que el público coreara las canciones con más fuerza que en los intentos anteriores. Tras una breve pausa, regresó a la escena para despedir su show con temas como Garota de Ipanema, cuya interpretación la hizo en buena medida la propia audiencia.
Antes de que se cerraran las cortinas de la sala, la cantante hizo notar su sorpresa por un detalle de la velada. "Esta noche no estoy hablando portuñol y ustedes lo entendieron todo", dijo con la misma sonrisa con la que recuerda a su Bahía natal.
Fuente: El Nacional (Venezuela)
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