La cantante bahiana, que tiene 43 años y será abuela, canta mañana en el Gran Rex. Su última vez en Buenos Aires fue en 2001. Extrañaba, sí. Tanto, que hace unos meses estuvo paseando por San Telmo para disfrutar de la ciudad.
POR GERALDINE MITELMAN
Cuatro personas que comparten una llamada en conferencia y el ruido lógico de la distancia provocan una catarata de hola-hola-hola que aparenta no tener fin. Aunque las comunicaciones comploten, lo más importante es hacerse entender. Como Vai, Tudo Bem?, saluda Daniela Mercury en un portugués universal. Y con la misma dulzura con la que le canta al amor repite varias veces la misma respuesta. La cantante nacida en San Salvador de Bahía vino, después de ocho años de ausencia para presentar mañana, en el Teatro Gran Rex, su undécimo álbum, Balé Mulato.
Es un disco pop -cuenta Daniela- que mezcla un poco de reggae, rock, guitarras acústicas y muchas percusiones. Incluí dos canciones que hablan de Brasil ( Levada Brasilera y Aquarela do Brasil ) porque la idea del concierto y del álbum es hacer un homenaje a la cultura popular de mi país. El concierto será muy colorido sobre el escenario. Daniela está enamorada de su país, de su música, del disco que viene a presentar y de cada detalle que lo define. Habla de la influencia de la música afro bahiana y cómo lo mezcló en su disco con el ballet popular. En la primera parte del show voy a cantar Aquarela do Brasil , en una versión distinta, con samba y un ritmo del nordeste. Este concierto es como un paseo por Brasil y tiene mucho de fantasía.
¿Cuáles son tus recuerdos de Buenos Aires? Para ser honesta, estuve en Buenos Aires hace un mes, paseando como una completa desconocida junto a mi novio, para aprovechar un poco de la Ciudad. Fui a la feria de San Telmo, paseé por los anticuarios, que me gustan mucho. Además, tengo muchos recuerdos de la pasión de la gente, de toda esa complicidad y del público cantando Daniela no se va, Daniela no se va . La última vez tuve que volver al escenario unas seis veces. Creo que hay algo especial y pasional de los argentinos. En este disco explotaste tu belleza, se te ve bastante sexy. Bueno, pienso que se lo debo a la genética. No es que haya hecho algo especial con mi imagen. Soy joven, tengo 43 años (será abuela en febrero) y bailo desde pequeña. Tengo hábitos muy buenos, a pesar de trabajar mucho y padecer el estrés. Tomo más de 300 vuelos al año.
¿Y cuántos de carrera? Unos 20 años desde que grabo discos. En el 89 saqué mi primer disco con el grupo Companhía Clic, y en el 91 mi primer disco solista. Pero canto desde los 15. El éxito a Daniela Mercury le llegó un año después de su debut, con el disco y el hit O Canto Da Cidade , que vendió más de dos millones de copias sólo en Brasil.
¿Te imaginabas una carrera artísticamente tan rica? Para mí es rica de música y rica de sueños. Cuando empecé mi vida como artista y bailarina, soñaba bailar por el mundo, algo que continúo haciendo en mis shows, con coreografías conceptuales, que son muy buenas para la comunicación y la comprensión de todo lo que hago. Yo siempre digo que soy una bailarina que canta y no estaría realizada como artista si no bailara también.
¿Siendo bahiana, por qué hiciste el arte de tapa en Río? Porque me siento una artista nacional. Pero hay una distinción de lo que es música nacional y música regional, y todavía hay gente que considera al samba reggae y la música de bahía como algo regional. Entonces, como la capital nacional de nuestra cultura es Río, hice la producción de fotos dentro del galpón de la Escola do Samba Beija Flor.
¿Habrá que esperar tantos años para la próxima vuelta? ¡Esperemos que no! Estoy preparada para dar un show con un amor inmenso, lleno de alegría, y va a ser un concierto de encuentro. Yo estaba lejos por algunas dificultades del mercado y me pusieron triste estos años de ausencia. Extrañaba demasiado Argentina. Cuando llego, mis ojos siempre quedan mojados de emoción.
Fuente: La Razón (Argentina)
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